viernes, 14 de enero de 2011

Ideario


He escogido como ideario el Juramento Hipocrático que se hace jurar a todo aquel que decide ejercer la profesión de la Medicina. Lo he elegido porque me parece muy coherente y adecuado a las situaciones en las que se debe poner en práctica, y me parece un conjunto de normas, que en ciertos casos podemos aplicar también al resto de ámbitos de nuestra vida.

Además, es curioso, que un conjunto de dictados que se elaboró hace siglos pueda seguir en vigor sin haber sufrido unas modificaciones sustanciales.


Este juramento es el siguiente:



En el momento de ser admitido como miembro de la profesión médica, ante mis maestros y en esta Facultad de Medicina que me enseñó todo cuanto sé, juro que:


1. Consagraré mi vida al servicio de la Humanidad.


2. Guardaré a mis maestros el debido respeto y gratitud.


3. Practicaré mi profesión con conciencia y dignidad.


4. La salud de mis pacientes será el objetivo prioritario de mi trabajo.


5. Respetaré los secretos que me fueren confiados en todo aquello que con ocasión o a consecuencia de mi profesión pudiera haber conocido y que no deba ser revelado.


6. Consideraré a mis colegas como a mis propios hermanos y no formularé a la ligera juicios contra ellos que pudieran lesionar su honorabilidad y prestigio.


7. No permitiré que prejuicios de religión, nacionalidad, raza, partido políticio o nivel social se interpongan entre mi deber y mi conciencia.


8. No prestaré colaboración alguna a los poderes políticos que pretendan degradar la relación médico-enfermo restringiendo la libertad de elección, prescripción y objeción de conciencia.


9. Guardaré el máximo respeto a la vida y dignidad humanas. No practicaré, colaboraré, ni participaré en acto o maniobra alguna que atente a los dictados de mi conciencia.


10. Respetaré siempre la voluntad de mis pacientes y no realizaré ninguna práctica médica o experimental sin su consentimiento.


11. No realizaré experimentos que entrañen sufrimiento, riesgo o que sean innecesarios o que atenten contra la dignidad humana.


12. Mantendré la noble tradición médica en lo que a publicidad, honorarios y dicotomías se refiere.


13. Procuraré mantener mis conocimientos médicos en los niveles que me permitan ejercer la profesión con dignidad y seguridad.


14. Si llegado el día en que mis conocimientos o facultades físicas o sensoriales no fueran las idóneas para el ejercicio profesional no abandonase éste voluntariamente, pido a mis compañeros de hoy y de mañana que me obliguen a hacerlo.


15. Hago estas promesas solemne y libremente, bajo Palabra de Honor, en memoria de todos los que creen o hayan creído en el hinor de los médicos y en la ñetica de sus actuaciones.

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