
Como ya expliqué en una entrada anterior, los bloqueos creativos son aquellas situaciones en las que no somos todo lo creativos u originales que podríamos ser debido a ciertas barreras impuestas por diversos motivos.
En esta entrada detalláré más tres tipos dentro de estos bloqueos:
- Cognoscitivos: Son aquellos que solo tienen que ver con nosotros mismos. Por diversas causas, nos quedamos "atascados" y no somos capaces de avanzar en la resolución de un problema o la creación de un objeto o servicio. Podemos tener problemas para definir el problema o acotar su ámbito; no establecer buenas conexiones entre diferentes ámbitos; dificultad de definir ciertos términos con precisión...
Dentro de estos bloqueos cognoscitivos podemos encontrar varios subtipos:
1. Perceptuales: En el proceso que va desde nuestra percepción del mendo por los sentidos hasta la información que llega al cerebro se pueden producir errores.
2. Sujeción Funcional: Las situaciones ya vividas por el sujeto le condicionan a la hora de abordar la resolución de nuevos problemas, en ocasiones de manera muy determinante.
3. La fijación del modo de solucionar: Cuando conoces ya una tarea estableces un modo de resolución en muchas ocasiones irreflexivo y mecánico que reduce nuestra creatividad.
4. Teorías dominantes: La existencia de teorías dominantes en la sociedad en muchas ocasiones es una traba para la creatividad individual porque nos limita a la hora de abordar un problema.
- Culturales: Son los que la sociedad nos impone mediante la educación. La presión de la conformidad nos lleva a adaptarnos a las normas que dicta la sociedad en la que vivamos, y los valores que nos han transmitido nuestros padres y educadores.
Algunos ejemplos de bloqueos en este campo podrían ser la necesidad de cumplir siempre la función asignada a tu edad o sexo; exceso o defecto de conocimientos sobre el tema a tratar; considerar el tema poco adecuado; tendencia a juzgar duramente las innovaciones...
- Emocionales: Tienen que ver con las inseguridades de cada indivisuo, su temor a equivocarse, la falta de confianza en sus propias capacidades, la falta de paciencia, o la exagerada necesidad de seguridad a la hora de dar impuslo a un proyecto.
Entre estos bloqueos podemos encontrar, por ejemplo, la necesidad de encontrar una solución con demasiada rapidez; pereza ante el conocimiento o falta de impulso ante el proyecto; temor a los superiores y desconfianza de los subordinados o la repugnancia ante ciertas tareas.
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